6 de diciembre de 2024

Mujeres al volante: solo 3 de cada 10 conductores porteños son de sexo femenino

Mujeres al volante: solo 3 de cada 10 conductores porteños son de sexo femenino

Durante años las mujeres han soportado distintos estereotipos y prejuicios por manejar. Hoy eso está cambiando.

 
Mujeres al volante

 

Las mujeres están ganando cada vez más un lugar en la calle. En la Ciudad de Buenos Aires, la primera licencia de conducir femenina fue otorgada en 1912 a Carolina Lorenzini. 110 años después, la mujer aún debe luchar contra los estereotipos que conllevan sentarse detrás de un volante.

 

Según las estadísticas de la Ciudad, basándose en los registros emitidos entre abril de 2021 y marzo de 2022, las mujeres representan el 40% de las 54.668 licencias de conducir nuevas. Sin embargo, si se habla de las renovadas, el número desciende a un 30%, del total de 18.709.

 

 

La cifra ha incrementado en los últimos años, ya que en 2013 se hablaba del 68% de conductores nuevos masculinos y el 72% de registros renovados. En la actualidad, se observan más mujeres en la calle y, a su vez, conductoras profesionales.

 

En 2021, el Ministerio de Trabajo impulsó un programa para la promoción de colectiveras, que las exime del costo del trámite de obtención y renovación de sus licencias, en un intento de incluir a las mujeres. Por otro lado, Uber lanzó una opción llamada “Ellas”, que permite a las conductoras de la app aceptar viajes únicamente solicitados por pasajeras. De esta manera, ambas viajan más seguras. De todos modos, para 2019, de un total de 75mil choferes en Argentina, solo 3750 eran mujeres.

 

 

Dolores Guldris es conductora de colectivos de la provincia de Santa Fe, con más de 50 mil seguidores en Tik Tok, lucha por el acceso igualitario en los vehículos de gran porte. “No hay mucha información sobre requisitos para trabajar como colectivera. Para serlo no necesitas más que tu licencia profesional, después uno va viendo los medios y la formación que puede obtener para llegar a cumplir el objetivo”, explicó.

 

“Yo siempre digo que tengo dos impedimentos, uno es el género en el que nací para trabajar de lo que me apasiona. Y el otro es el de no tener familiares que provengan de esta profesión, que me hayan brindado experiencia. Muchas compañeras hoy lo logran porque son hijas de camioneros y colectiveros”, afirmó.

María Dolores Guldris, colectivera.
María Dolores Guldris, colectivera.

 

En 2020, el total de licencias de conducir particulares para mujeres -nuevas y renovadas-, significó el 38%. Pero en número de emisiones profesionales, los resultados son exponencialmente peores. Las choferes de taxis y remises representan el 8,87% del total, las conductoras de colectivos y micros el 2,63% y las camioneras apenas un 1,75%.

 

Andrea Di Laudo comenzó a trabajar como taxista en Capital Federal luego de perder a su esposo, quien arrancó a manejar el vehículo, y forma parte de ese reducido número de mujeres que se dedican a la profesión. “Mi marido se retiró de la Policía Federal y compramos un taxi con lo que cobró. Él falleció en 2018 y no tenía a quién poner, así que por necesidad saqué el registro profesional y arrancó mi emprendimiento”.

 

Las licencias de taxis en CABA son limitadas y en la actualidad la cifra es de 40.000 habilitaciones, por lo que cuesta sumarse si no se da de baja alguien. Por la pandemia muchas se dieron de baja por la poca circulación de gente. Di Laudo explicó que esto se debe a los altos costos: “Sí o sí cuando comprás una (licencia), debés tener un auto con menos de 10 años de antigüedad, el año que viene me toca comprar un nuevo auto porque el mio es 2013. Además, debés pagar 20 mil fichas de taxi (a la fecha unos $288.000) para que te dejen incorporar todos los papeles y el curso de manejo de taxi para poder salir a trabajar. A esto se suma la renovación anual del vehículo, VTV, el reloj, la oblea de GNC y, si tenés un chofer, los trámites de AFIP”.

 

Machismo al volante

Las mujeres manejando han sido motivo de chistes y temor, incluso, durante toda la historia. Tanto, que Arabia Saudita eliminó la prohibición a las mujeres para obtener registros en 2018. A pesar de que en Argentina ya han pasado 110 años, la brecha entre los hombres y las mujeres aún es preocupante.

 

Ruth Valle, dueña de la escuela de manejo exclusiva para mujeres, Ruta de Rosas, aseguró que “existen estereotipos propios y de la sociedad, de que no somos capaces de poder manejar un auto, porque no tenemos la destreza, la habilidad y también esto de pensar que podemos manejar un auto como queramos, así como lo hace un hombre”.

 

“Mi objetivo es que haya más mujeres manejando en la calle y que también les sirva como una herramienta de trabajo, no solo para llevar los chicos al colegio. Para hacer una cadena productiva con otras mujeres, como lo hacen los hombres con el transporte”, agregó.

 

 

El ámbito de los conductores ha sido considerado siempre un espacio de hombres, tal que las mujeres ni suelen ser dueñas de talleres mecánicos. Esto se debe en gran proporción a la violencia machista y el acoso callejero que se ha vuelto parte de la vida cotidiana.

 

Por esta razón, las mujeres temen tomar transportes privados conducidos por hombres, de la misma manera que las conductoras temen llevar pasajeros masculinos. Y, en el ámbito de los choferes públicos, las mujeres no eligen estar rodeadas de compañeros hombres o expuestas a pasajeros que puedan generar una situación incómoda o violenta.

 

Di Laudo tuvo que soportar en estos cuatro años de profesión los prejuicios y estigmas que se impusieron en la sociedad sobre las mujeres al volante y debe lidiar con el gremio. «He pasado por experiencias feas, por ejemplo, estar en la terminal Dellepiane y que vengan cuatro hombres a querer sacarme de la parada de taxi y no dejarme estacionar. Tuve que ponerme a gritar para que la gente se dé vuelta y expresar que soy mujer y tengo derecho a trabajar igual que ellos».

 

Y agregó: «Hoy en día hay cada vez más mujeres dueñas de taxi. Sin embargo, se les complica de la misma forma y, a las pasajeras, al ver una mujer conductora, dejan pasar al taxista y suben con nosotras. Yo creo que la brecha se va a achicar cada vez más. El deseo es poder estar cada vez más presentes en el transporte público».

 

 

Mujeres y seguridad vial: mayor conciencia

Según un informe realizado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (marzo 2022), 8 de cada 10 conductores que se observan en la vía pública son hombres, representan el 72% de las licencias de conducir emitidas y el 99,7% de la conducción de transporte de carga y transporte.

 

Sin embargo, no solo la participación de las mujeres en la conducción ha crecido en los últimos diez años, sino que se evidenció que tienen mayor respeto por las normas de tránsito. Utilizan más el cinturón de seguridad (62,5%) que los varones (53,4%) al conducir, y también como acompañantes (44,5% mujeres vs. 39,1% varones). Además, cuando la conductora de autos es mujer, las y los niños menores de 10 años viajan más protegidos al usar el sistema de retención infantil (31,2%) que cuando conduce un varón (24,6%).

 

No solo eso, sino que las mujeres tienen mayor conciencia a la hora de respetar los límites de velocidad (69% contra un 60%). El 21% de los hombres excede aquellos límites, contra el 14% de las mujeres. Además, se registró un 9,5% de varones con porcentaje de alcohol en sangre positivo, mientras que las mujeres un 5%, casi la mitad.

 

 

El informe además explica que a los hombres se los asocia con la demostración de poder y fuerza que se traslada a las calles, como “peleas de tránsito, golpes e insultos entre conductores y las picadas clandestinas”. En contraste, a las mujeres se las define como “malas conductoras”, por ser prudentes y respetar las leyes de tránsito.

 

Mujeres Al Volante es una comunidad que busca la libertad de las mujeres al volante en todo ámbito -profesional y particular- que acompaña y capacita a quienes busquen ese objetivo. Luly Dietrich, su fundadora, explicó el panorama que viven.

 

«Cuando arrancó Mujeres al Volante el porcentaje de licencias para nosotras era del 24% y hoy está entre el 28% y 30%. Comunidades como esta incrementaron la posibilidad de que podamos conseguirlas, pero sigue habiendo una brecha importante. En Estados Unidos representamos el 55%. Acá, en muchos casos, en la historia familiar las mujeres no manejaban y no había apoyo del tutor masculino y femenino, por eso hoy muchas son primera generación. A esto se suma el hecho de que a las mujeres les cuesta más vencer los temores al volante porque lo ven como un arma. Además hay un tercer motivo que es la brecha salarial que impide que podamos comprar un auto y nos acerca más a una moto, por eso hay menos diferencia en licencias para motos». 

Luly Dietrich, fundadora de Mujeres Al Volante
Luly Dietrich, fundadora de Mujeres Al Volante

 

Más allá del ligero aumento de ese número, Dietrich celebra la estadística ya que para ella representa “que más mujeres manejan su vida” porque “ganan independencia y les abre las puertas a lugares profesionales”. Los estereotipos son el enemigo a vencer para que la brecha se achique. “Desde Mujeres al Volante hacemos motivación y acompañamiento porque no es solo decir ‘podés’, sino acompañar en el proceso. Además capacitar a través de clínicas y talleres gratuitos para darle el derecho a todas las mujeres. Por otra parte, buscamos que las empresas sean más inclusivas, sean taxistas, colectivos, camiones o apps. porque eso motiva que más mujeres quieran verse en ese puesto”, explicó la fundadora del sitio. 

 

Además, para inculcar más conciencia y reducir la violencia en el espacio público, el Gobierno nacional implementa, desde julio de 2021, una capacitación con perspectiva de género al momento de tramitar la licencia de conducir.

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