La organización Salvemos al Futbol sigue mostrando en cifras el estado paupérrimo en el que se encuentra el fútbol argentino. La misma viene hace ya más de una década desarrollando una iniciativa clara y concreta a través de sus estadísticas y guarismos: erradicar toda forma de violencia, ya sea institucional o por interna barrabrava, del ámbito deportivo. Prueba de ello es el análisis realizado entre los años 2000 y 2017, el cual proporcionó resultados francamente alarmantes. En principio, se muestra en detalle la cantidad de muertos por año en el futbol:
A excepción del 2004 (no menos violento, por cierto) se nota claramente como año tras año la violencia en las canchas jamás disminuyó. Los puntos más altos se registraron consecutivamente (2013-2014) con igual número de muertos. Otro esquema de importancia revela la cantidad de muertos por equipo:
Aquí tres de los llamados “cinco grandes del futbol” intercalan posiciones predominantes. Si bien es sabido que estas instituciones poseen antecedentes violentos debido a su masiva popularidad, un dato no menos importante es la presencia de clubes menos convocantes o del interior (caso Newell’s o Lanus). En relación directa, otro grafico detalla pormenorizadamente cuales fueron las principales causas de esas muertes absurdas:
Encabezan la lista tanto apuñalados como aquellos fallecidos por golpiza, dejando así constancia del nivel de desidia al que se enfrentan miles de fanáticos domingo tras domingo. Pero sin dudas, el grafico que mejor describe el presente nefasto de nuestro futbol, es el siguiente:
Lamentablemente la cifra habla por si sola. La misma resulta abrumadora y realista, mas no novedosa. Hace décadas el fútbol, como otro tipo de manifestaciones sociales masivas, resultan ser un peligroso vehículo a través del cual se canalizan todo tipo de frustraciones e insatisfacciones, al tiempo que suele utilizarse también como terreno fértil para dirimir cuestiones referidas a negocios del hampa. Sin dudas el grado de complejidad de la problemática requerirá para su solución definitiva de la toma de decisiones multidisciplinarias por parte de varios sectores, dejando de lado concesiones y connivencias que hasta el momento solo aportaron desidia y mas muertes.