El 15 de julio se cumplen 11 años de la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario en Argentina. Desde entonces, del total de parejas que optaron por esta forma de unión en la Ciudad de Buenos Aires, el 65% pertenece a varones y un 35% a mujeres. De 4.702 matrimonios entre personas del mismo sexo, 3.078 fueron de varones y 1.624, de mujeres. Las cifras surgen de las estadísticas del Gobierno porteño entre el 2010 y 2019, último año con datos disponibles.
Si bien durante los dos primeros años de sancionada la ley 26.618 fue cuantas mas parejas pasaron por el registro civil, la lesbianas que llegan a esta decisión van incrementando en los últimos años, aunque sigue siendo inferior respecto a los varones.
Ana Clara Benavente es socióloga y miembro de la Asamblea Lésbica Permanente (ALP) y explica que la diferencia en las cifras consiste en que las lesbianas son históricamente más politizadas que los varones y eso también hace referencia al casamiento.
Por su parte, Eugenia Murillo es periodista especialista en diversidad y lesbiana y afirma: «Cuando se sancionó la ley era menos común ver a dos mujeres casándose que a varones porque en general el lesbianismo siempre estuvo mas oculto que la homosexualidad, en términos sociales, y estas cifras son un reflejo de eso. Las discriminaciones son bastantes similares e incluso a veces más cruentas con los varones gays y siempre estuvieron más expuestos».
Lo personal es político
Murillo también asegura que hay algo que tiene que ver con cierto activismo lésbico que, además de seguir un camino diferente a la heterosexualidad, existe una mirada política de poner en cuestionamiento el matrimonio como una institución porque siempre fueron críticas de eso, a lo que agrega que “esta situación está cambiando debido a que en la actualidad hay un abanico de identidades que ponen en crítica la cisnormatividad (aquellas personas que se sienten identificadas con su genero biológico), los modos de familia y las instituciones».
Martín Guzmán optó por el matrimonio igualitario en el 2016 y considera que la diferencia sustancial de las cifras, que demuestran que se casaron en total 65 % de parejas de varones y 35% de mujeres es consecuencia de que los varones se casan más porque tienen menos miedo a ser juzgados. «La lucha de las mujeres va para otro lado; por eso también es que las lesbianas se casan menos», sostiene.
Por otra parte, tanto las parejas de varones como las de mujeres que eligieron casarse durante los últimos 2 años el rango de edad que prevalece entre los contrayentes es de 30 y 34 años.
A su vez, los matrimonios de parejas heterosexuales disminuyeron un 19 % en los últimos 10 años. De 12.997 enlaces que se consumaron en el 2010 la cifra descendió a 10.526 durante el 2019.