El precio promedio para el alquiler mensual de un departamento en mayo de 2020 fue de $19.821, según las cifras proporcionadas por la Dirección General de Estadísticas y Censos, dependiente del Ministerio de Hacienda y Finanzas de la Ciudad de Buenos Aires. Este importe corresponde a una vivienda de dos ambientes, usada o a estrenar, con una base de 43 m2.
El dato surge del promedio hecho entre los montos mensuales de un alquiler en las comunas 1, 2, 3, 5, 6, 7, 10, 11, 12, 13, 14 y 15. Para las comunas 4, 8 y 9, el informe no declaró cifras y especificó: «No corresponde presentar, debido a la naturaleza de las cosas o del cálculo».
A partir de esta información, además de calcular el promedio de un alquiler para la Ciudad de Buenos Aires en mayo de este año, también se pudo acceder a las cifras individuales de cada comuna. De eso surgió el dato de que las comunas más caras fueron la 2 y la 14. Esto incluye los barrios de Recoleta y Palermo, respectivamente. Por el contrario, las zonas más baratas fueron Flores y Parque Chacabuco, como parte de la comuna 7, y Floresta, Monte Castro, Vélez Sársfield, Versalles, Villa Luro y Villa Real, pertenecientes a la comuna 10.
Con el importe de un alquiler promedio en la Ciudad de Buenos Aires se puede comparar cuánto se gasta en relación a un salario promedio. Según un informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, el ingreso promedio de la población asalariada de Argentina es $30.080. De este importe, se deduce que el 65,89 % se destina a un alquiler.
Infogram
Según el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil, organismo dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVyM) actualmente se encuentra en $16.875. Es decir, se necesitan dos SMVyM para alquilar un departamento en la Ciudad de Buenos Aires.
Estos gráficos permiten comprender que para pagar un alquiler en esta zona del país es necesario tener un ingreso mucho mayor al promedio y muy por encima de dos SMVyM, comprendiendo que al alquiler se le suman los gastos por servicios, como el agua, la luz, el gas, el teléfono o internet, la tasa por Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) y, en algunos casos, las expensas.
Dificultades para alquilar
Entre las trabas más usuales para acceder a un alquiler, se encuentra la «entrada». Estos son los requisitos que se le solicitan al futuro inquilino para entregarle la llave del departamento. Dependiendo de que la gestión se haga mediante una inmobiliaria o por dueño directo, la documentación variará.
En la mayoría de los casos se solicita la copia de los últimos tres recibos de sueldos, es decir, el o la que alquila debe tener un trabajo en blanco. A la lista se le suma una «garantía de alquiler», esto es una propiedad de un familiar directo o un conocido, para resguardar al propietario y su inmueble. También se pide un garante o fiador, que responderá económicamente en caso que no se abone el alquiler. Además, suele pedirse el depósito, que incluye uno o dos meses del monto del alquiler, un mes de adelanto y las comisiones (en caso de que una inmobiliaria oficie como intermediaria).
Matías Onorato, vecino de San Telmo (comuna 1), explicó que, en su caso, para alquilar debió presentar un seguro de caución, porque no contaba con una garantía inmobiliaria. «Me tuve que pelear en la renovación del contrato para que no me cobren comisiones ya que no corresponde y es una práctica habitual su facturación», sostuvo.
Según datos del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), en la Ciudad de Buenos Aires viven cerca de tres millones de personas, específicamente 2.890.151, de las cuales el 35% son inquilinxs. De esta estadística se desprende que hay más de un millón de personas, alquilando cerca de 370 mil propiedades.
En cuanto a políticas públicas relacionadas a soluciones habitacionales, durante los últimos años se desarrollaron varios planes de viviendas, como los créditos UVA. En ese sentido, Matías Onorato contó que en su caso fue imposible acceder a los mismos. «No llegué a calificar en el orden de prioridad de los créditos estatales por ser soltero y no tener hijos», explicó. Al mismo tiempo se mostró aliviado ya que comentó que las cuotas de esos préstamos alcanzaron un nivel muy alto, por lo que se tornó difícil de saldar, para muchas familias.
Desde el 11 de junio pasado, Argentina cuenta con una Ley Nacional de Alquileres, que se sancionó en la Cámara de Senadores, bajo la modalidad virtual debido al aislamiento social, preventivo y obligatorio. Su aprobación contó con 41 votos a favor, ninguno en contra y 29 ausentes de la fuerza Juntos por el Cambio.
Al respecto, Matías dijo: «Creo que la ley tiene muy buenas intenciones, pero luego en la práctica se va a encontrar con problemas para garantizar los derechos de los inquilinos, al momento de cerrar los contratos. Las inmobiliarias juegan todo el tiempo con el desconocimiento y la urgencia de los inquilinos por encontrar un hogar».
A su vez, resaltó la importancia de regular el precio de las viviendas «ya que las probabilidades de que las inmobiliarias aumenten los alquileres, para no perder las ganancias que generaban cobrando comisiones usureras, es una realidad».
Principales puntos de la ley
Gervasio Muñoz, presidente de la Federación de Inquilinos Nacional y titular de Inquilinos Agrupados, repasó los puntos más importantes de la ley, entre los que destacó la implementación del registro de todos los contratos en AFIP, es decir, «que se registre toda la actividad inmobiliaria del país, que está completamente en la informalidad y esto no es sólo evasión, sino que el Estado no sabe cuántos inquilinos hay y en qué condiciones alquilamos».
A partir de esa normativa, también se regulará el precio en un promedio entre inflación y salario. Gervasio explicó: «Ya no es el mercado imponiendo aumentos unilaterales, indiscriminados y semestrales. Nosotros planteamos en la ley que sea anual». Agregó que «se extienden los contratos de alquiler a tres años, se regula expensas y los inquilinos ya no pagaríamos impuestos que recaen sobre las viviendas».
Sin embargo, un detalle que preocupa a los inquilinos es la aplicación de la ley. Al respecto, el titular de Inquilinos Agrupados sostuvo: «Hay algo bastante grave que es la naturalización de que el mercado inmobiliario tiene más herramientas que el Estado para fijar sus condiciones y esto habla también de que el Estado aún no se hace cargo del sector. No protege al sector».
Muñoz destacó el avance con la sanción de la ley y adelantó que «si no existe nadie que defienda los derechos de los inquilinos a nivel nacional, provincial, municipal, sólo va a quedar en manos de las organizaciones de inquilinos». Sin embargo, recalcó que ellos no cuentan con despliegue en todo el territorio nacional y no tienen las herramientas del Estado. «Lo que vamos a hacer ahora es, por supuesto, pelear por el cumplimiento, pero también pelear para que el Estado cree áreas que protejan los derechos de los inquilinos, sabiendo que es muy complejo, que no hay mucha recepción para eso, pero ese será el segundo paso», añadió.
El impacto económico del Coronavirus
El cese de las actividades, producto de la pandemia por Covid-19, generó que muchas familias durante los últimos meses no puedan pagar el alquiler. Ante esa problemática adoptaron diversas estrategias para juntar el dinero. Según una encuesta a nivel nacional, publicada por Inquilinos Agrupados, de 3.984 personas, el 59% no pudo pagar el alquiler de mayo. Ante esa situación, muchos optaron por endeudarse, pedirle ayuda a sus familiares o amigos, ajustar lo máximo posible o recurrir a otras opciones.
En el marco de la crisis económica actual, en abril se emitió un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que suspendió los desalojos y congeló los precios de los alquileres hasta el 30 de septiembre. Ante el incumplimiento, en algunos casos, Gervasio Muñoz advirtió: «Vamos a seguir peleando para que se cumpla este decreto».