La emergencia sanitaria, con sus comienzos a mediados de marzo del 2019, generó una llamativa disminución de las actividades delictivas en la Ciudad de Buenos Aires en el 2020, producto de las restricciones impuestas por el gobierno de Alberto Fernández. La cuarentena obligatoria, el uso de barbijo, los límites de circulación, los controles tanto vehiculares como en estaciones de trenes, y los permisos correspondientes para poder transitar la ciudad, calmaron en gran medida la activa y alborotada vida de las calles porteñas.
‘’El índice delictivo de robos bajó en la vía pública por la pandemia, la gente se quedaba en sus casas y los que salían eran los esenciales, los delincuentes tuvieron que buscar otra alternativa de robo, por eso se pusieron de moda los robos y estafas informáticos’’ -comenta Alan Lacuadra, primer oficial de la Comisaría 12 de la Ciudad.
La moda del ciberdelito
Los fraudes virtuales, robos por internet y robos de identidad fueron furor durante la pandemia; si se compara con el año previo a la emergencia sanitaria el número de denuncias creció de tal manera que llega a duplicarse.
En palabras del policía Lacuadra, los delitos de informática fueron los que más evolucionaron, se registraron una notable cantidad de denuncias en su comisaría sobre estafas por Mercado Pago y robos bancarios por internet, pero cabe destacar que las denuncias por música en alto volumen también se incrementaron en aquel periodo, ya que pese a la cuarentena las fiestas provocadas por jóvenes seguían desde la clandestinidad.
Radiografía de la actividad delictiva
Según los datos de Dirección General de Información Estadística Criminal, en cuanto a la cantidad de robos el año 2019 presenta un valor total de 62.829, que pasa a ser 34.460 para el año 2020; los hurtos pasaron de un valor total de 49.351 en 2019 a 25.664 en 2020, es decir, tanto los robos como los hurtos se redujeron aproximadamente a la mitad durante las restricciones.
Para el año 2019 las denuncias registradas de delitos contra las personas, tales como homicidios, lesiones, abusos de arma y abandono de persona, fueron un total de 27.542 en la Ciudad de Buenos Aires; ya para el año 2020 el número bajo exponencialmente a tan solo 18.140 denuncias registradas.
Estos datos demuestran que de un año a otro los delitos contra la propiedad y los delitos contra las personas bajaron notablemente en aquel periodo; mientras que en el caso de los delitos contra la seguridad pública y delitos contra la administración pública existió cierto crecimiento, en los delitos contra la seguridad pública se registraron 844 denuncias en el 2019 que se volvieron 12.274 en el 2020, y en el caso de los delitos contra la administración pública se registraron 4.777 en el 2019 y 10.354 en el 2020.
Las zonas más peligrosas de la ciudad, según detalla el Mapa del Delito y la base de datos de la Dirección General de Información y Estadística Criminal del Ministerio de Justicia y Seguridad de CABA, son la Comuna 1 y la Comuna 3, que abarcan la mayor cantidad de delitos registrados en 2020.
La Comuna 1, que abarca barrios tales como Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Montserrat y Constitución, en 2020 presentó un porcentaje de peligrosidad de 12% en robos y en hurtos, con un valor total de 11,5 robos y un valor total de 8,4 hurtos, que abarcan 34.460 en lo que va del año 2020.
La Comuna 3, que abarca San Cristóbal y Balvanera, en el 2020 presenta un porcentaje de peligrosidad del 8,5% con un valor total de 8 robos, y un 9,4% de peligrosidad con un valor total de 7 hurtos registrados.
Durante el 2019 y 2020, el gobierno ha colocado varios puestos de control en autopistas y barrios donde se registraba mayor actividad delictiva, aquello sumado al pedido de permisos para circular en su momento claramente ha colaborado para que el índice delictivo baje.
La nueva normalidad del 2021
El Informe de Seguridad Ciudadana llevado a cabo por el Observatorio Gente en Movimiento en febrero de 2021, expuso que la seguridad es uno de los tres temas que más preocupa a los vecinos de la ciudad de Buenos Aires: el 22% de los entrevistados aseguró que ésta es la cuestión prioritaria, y el 48% apuntó a un crecimiento de la inseguridad si se compara la situación con los tres meses previos a febrero.
Actualmente se aprecia un escenario complicado con una normalidad atípica, el coronavirus cambió la vida de todos los ciudadanos, los días corren pero las medidas sanitarias que agregar en el día a día persisten.
Según fuentes policiales de la Ciudad, se presume que la cantidad de delitos registrados para este año será de mayor intensidad que las resultantes en el 2020, con una suba notoria en delitos informáticos y con un rasgo de mayor violencia en las modalidades de los robos.
«Todos los delitos en la Ciudad disminuyeron en los últimos años, producto de una política de estado seria y responsable.»-comentó Marcelo D’Alessandro, el Ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, en noviembre del 2021 desde su cuenta oficial de Twitter.
Todos los delitos en la Ciudad disminuyeron en los últimos años, producto de una política de estado seria y responsable. Sin relato.
No sirven las afirmaciones falsas ni las excusas. Lo que la sociedad necesita es que se pongan a trabajar para que cada vecino pueda vivir en paz.— Marcelo D’Alessandro (@MarceDaless) November 11, 2021
Aníbal Falivene, subsecretario de Seguridad Comunal e Investigación Criminal de la Ciudad, comentó que los datos de delitos cometidos correspondientes al año 2021 estarán publicados oficialmente recién en abril del 2022, por ende todo lo que se pueda decir antes no es más que pura especulación.
Cabe destacar que en esta pandemia se ha implementado mayor tecnología para mejorar en materia de seguridad, respecto a esto, Aníbal Falivene resaltó: «Las oficinas de monitoreo traen un beneficio operativo para el personal que está en el terreno a pie, de tener otros ojos que desde la calle no pueden ver, y por otro lado beneficia a los vecinos que viven afuera del barrio monitoreado, quienes tienen el temor de bandas que puedan refugiarse en este tipo de barrios».
Siguiendo por la misma línea, agregó: «Las oficinas de monitoreo, les permiten a los operadores tener concentrada la visión en las imágenes del lugar».