Las cadenas de venta de electrodomésticos y otros artefactos para el hogar se anotaron también como grandes perdedores del modelo económico de Cambiemos, dado que sus comercios tuvieron que hacer frente a la situación económica marcada por la pérdida de poder adquisitivo, la caída del consumo y los tarifazos en la Ciudad de Buenos Aires.
La venta de electrodomésticos es uno de los reflejos de la crisis económica durante el Gobierno de Mauricio Macri entre 2016 y 2020, según un informe de CAME este rubro se encuentra entre los más golpeados entre la caída de las ventas minoristas de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), que en septiembre de 2019 cayeron 14,5% interanual.
Al respecto, el senador nacional porteño por el Frente de Todos, Mariano Recalde, consideró: “La caída de las ventas de electrodomésticos es tanto causa como consecuencia de la pérdida de empleo, porque se genera un círculo vicioso en materia de políticas neoliberales”.
“Cuando se baja el consumo, el consumo afecta al comercio y la reducción de las ventas en el comercio afecta la producción y eso afecta el empleo que además consume menos”, subrayó.
Además de consultar al abogado laboralista sobre las consecuencias de la caída en la venta de electrodomésticos, desde la cátedra de Periodismo de Datos de la Undav, conversamos con el licenciado en economía Nicolás Segal, que es Director del Banco Provincia e investigador del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala.
Salario y variaciones en el consumo
“El rubro electrodomésticos está muy asociado a la variación del consumo, que tiene mucho que ver con lo que pasa en la masa salarial y con la evolución del nivel de salarios, aunque más allá de eso hay muchos factores estacionales, que tienen que ver en algunos casos con el mundial de fútbol o con algunos eventos en particular”, explicó Segal.
En su análisis, destacó que el año 2017 fue de crecimiento en la actividad económica y la recuperación del salario, por tanto los electrodomésticos habían tenido un incremento de las ventas en términos reales habían, aumentado un 14% respecto a 2016. “En 2018, si bien el año empezó muy bien, estaba el tema del mundial y la venta de electrodomésticos había aumentado en mayo un 80% respecto a mayo de 2017, después empezaron a sentirse los efectos de la crisis”.
Sucede que en términos constantes, el mejor ciclo que tuvo este rubro fue en el año 2017, pero hubo un hubo un pico de ventas en mayo en 2018 debido al Mundial y a partir de entonces una fuerte caída, que el economista vincula con la gran devaluación del dólar en ese período.
Puntualizó que esta caída está asociada a “la crisis que originó la crisis del tipo de cambio y el estallido del sistema cambiario, cuando surgió el problema de la deuda y a partir de eso, desde julio en adelante, la venta de electrodomésticos empieza a caer a un 20% anual en 2018 respecto de lo que era en 2017”.
En promedio, si se toma en cuenta lo que el rubro creció a principios de 2018 y lo que cayó posteriormente, la venta de electrodomésticos estuvo pareja con la del año 2017. Sin embargo, en 2019 la crisis se profundizó y la caída siguió, cayendo un 25% el nivel de las ventas.
Hacia fines del 2019, luego de la peor caída de ventas registrada el segundo trimestre de ese año, hubo una recuperación. Pero Segal advirtió: “En realidad no se recuperó a niveles previos, sino que dejó de caer el consumo, hay un efecto que luego de haber caído un 25% en el año, llega un momento en que alcanza un piso por la propia dinámica, porque ya cuesta que caiga más”.
En términos económicos, el aumento de la curva no representa un repunte, sino que se juntan los efectos de la caída con el efecto estacional que se produce a fin de año debido al aguinaldo, noviembre y diciembre siempre suelen ser mejores meses que octubre, entonces parte de la caída que se venía generando en 2019 termina suavizada.
Desocupación y matriz de producción
El resultado del modelo económico de cambiemos tuvieron consecuencias directas sobre el empleo, que en la Ciudad de Buenos Aires según la Dirección General de Estadística y Censos porteña, mientras en 2016 había 166 mil desocupados registrados, en 2019 se alcanzaron los 181 desocupados registrados en este distrito, ubicando a la desocupación en un 10,7% en 2019, mientras que en 2016 era de 8,6.
Entre otros factores, además de influir la caída del empleo de forma directa en el consumo, también hubo un aumento en las importaciones que significó también pérdida de trabajo, porque para las firmas locales que trabajan en la producción de electrodomésticos, es muy difícil reconfigurar su producción.
En este sentido Segal detalló que para poder generar esa producción superavitaria, en la balanza comercial se necesita nivel de escala y dinamización tecnológica de acumulación de aprendizajes: “En ciertas líneas, en algunos productos en particular, es posible tener esa clase de procesos y la decisión de abrir de manera irrestricta las importaciones puso un límite a eso, porque son firmas que se cierran, capacidades que se pierden, conocimiento que se pierde, una carrera hacia al desarrollo industrial que se trunca”.
Por último, en relación a la Pandemia del Covid-19 y el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, con el consecuente cierre de muchos comercios e industrias, el economista tiene incertidumbre sobre las proyecciones. Detalló: “Hay sectores de la población que no vieron caer sus ingresos, trabajadores y trabajadores con mayor poder adquisitivo están consumiendo más; pero por otra parte hay sectores que vieron muy deteriorados sus ingresos”.
“Se está viendo un fenómeno de gran incertidumbre respecto a cómo se va a configurar el sector por una parte de los productos de más alta gama se puede esperar que haya mayor demanda, mientras que los de más baja o líne blanca podrían continuar su caída. Es probable que el indicador, si bien puede dar números positivos o estar en equilibrio, pueden mostrar realidades muy diferentes por tipos de productos”, finalizó.
