¿Fútbol Para Todos?

El programa FPT llega a su fin. Tras ocho años de acuerdo entre la Asociación del Fútbol Argentino y el Estado para televisación abierta de los partidos, la idea mediática que buscó una federalización y visibilización mayoritaria en este deporte cesa en su convenio y da un nuevo paso para que las manos privadas se apropien de la pantalla. ¿Qué hay detrás de todo esto? Analizaremos entrega y deuda en el nexo que une A.F.A con las entidades deportivas.



Casi una década atrás muchas cosas eran distintas, al menos en lo que la esfera política y futbolera encierra. Diego Maradona todavía era el técnico de una selección mayor que buscaba su boleto rumbo al Mundial de Sudáfrica; el interminable Julio Grondona transitaba, con votación unánime, su mandato al frente de la A.F.A y Cristina Fernández de Kirchner, apenas hacía dos años era Presidenta de la Nación. Aún queda en la memoria de periodistas, dirigentes y allegados que presenciaron aquel momento, cuando estos tres personajes, en una comunión que los albergaba en el predio de la casa madre del fútbol en Ezeiza, quedaron inmortalizados en una postal que los uniría durante los próximos años. El “FPT” era un hecho y prometía hacer llegar la redonda a través de la televisión pública a todos los hogares.

Pero, ¿qué ocurría a nivel monetario detrás de todo este arreglo? “Fútbol Para Todos” no era un mero proyecto de expansión mediática. Al contrario, acarreaba consigo una cuota monetaria a hacer llegar a los clubes de todas las divisionales, con diversos puntos de vista a la hora del análisis del reparto capitalino. Un negocio, una madeja de dinero, que trae a cuestas desde su creación la salida de $ 10.178.987.071, lo que se desglosaría en casi $3,7 millones por día, según datos de “La Nación”.



Alejandro González, periodista especializado en el asunto del diario creado por Bartolomé Mitre, esboza una cierta igualdad a la hora de convidarse del dinero proveniente de la calle Viamonte: “Fue una decisión del comité ejecutivo, de común acuerdo con Grondona. Este sistema es bastante equitativo. De hecho, en el porcentaje del total, Boca, River y el resto de los grandes sacan una tajada menor de la que se llevaban con Torneos y Competencias”.

Sin embargo, Claudio Keblaitis, vicepresidente devenido a mandamás de Independiente tras la renuncia de Javier Cantero en el 2013, discrepa y sostiene algunas diferencias con respecto al Xeneize y Millonario: “Ellos se llevan la ‘parte del León’ exageradamente elevada respecto al segundo pelotón donde estábamos nosotros, Racing, San Lorenzo y Vélez. No te puedo hablar de cifras, pero sé que la proporción entre esos dos núcleos en demasiado desigual. Ni que hablar del resto o tercer pelotón que viene detrás de los cinco grandes”.

Respecto a la línea de tiempo que tomaremos para analizar, comprendida a partir desde el 2014 hasta la fecha, así se desglosaba la repartija entre los clubes de primera división y el ascenso en el primer eslabón de esta cadena:






Así mismo, la cuestión tuvo su metamorfosis con el correr de los años. Si bien González afirma que, “el torneo de 30 lo único que posibilitó fue que los 10 ascendidos pasaran a cobrar lo mismo que el grupo de clubes de élite que menos cobraba”, la erogación de dinero proveniente de A.F.A hacia las asociaciones civiles creció en demasía conforme el tiempo. Para tomar noción, en 2014 River y Boca tenían asignados una sumatoria de $ 37 millones, mientras que 24 meses más tarde, su cúmulo anual ascendería a $79.966.488, un aumento del 46 por ciento en apenas dos años, que culmina con una repartija de 350 millones de pesos para todos en 2017, tras un extenso tira y afloje con el Estado, ahora en manos de Mauricio Macri.





Pese al considerable aumento y al arribo de divisa, el ingreso no representa una forma tangible de apaciguar deudas. Las malas administraciones hace que condiga la suba de lo recaudado con la erogación imparable que lleva a una deuda más que notoria.

El caso más emblemático será el de Independiente de Avellaneda, líder en deudas con la A.F.A en los últimos años, en donde se encuentra el primer punto de quiebre entre estos dos mundos. Julio Comparada –hombre de primera línea antes de la llegada de Javier Cantero al club- recibió un adelanto de 18 meses de FPT que imposibilitó a la gestión de “Independiente Místico” poder percibir de un dinero ya consumado. El club cayó en la devastación y las formas para intentar bajar un pasivo que crecía, resultaron ser menores para un elenco de tamaña importancia, tal como relata Keblaitis: “Traíamos jugadores sin plata: contratábamos agentes libres o con poco espacio en sus equipos. Reducimos el plantel de empleados, tuvimos que echar a 100 personas por lo menos. Finalmente todo se manejó como una sociedad de fomento, vendiendo bonos contribución en el estadio o armando esa impresentable Comisión Solidaria que podías donar pintura, clavos, remaches, ventiladores, etc”.

Estas vivencias se traducen al debe que tenía el Rojo con la entidad que regula este deporte en Argentina. Con pérdidas anuales de $ 56,6 millones, la entidad encabezada por Hugo Moyano se colocó primera como deudora en estos últimos cuatro años.




“Hoy, los clubes le deben a la A.F.A cerca de $750 millones”, relata González, con especial énfasis en los clubes capitalinos y bonaerenses, principales deudores ante la A.F.A, encontrando recién en el 12ª puesto a San Martín de San Juan en el interior.




El “Fútbol Para Todos” llega a su ocaso y deja números más que estrepitosos. En el total de la línea cronológica entregó nada más y nada menos que más de 10 mil millones de pesos, aguarda por la devolución de 750 millones de pesos, pasó por investigaciones con Gabriela Ocaña a la cabeza y deja a un público atento a la aparición de un posible nuevo codificado, en la antesala de unas manos privadas que llegan y quieren adueñarse de un negocio redondo para ¿muchos?, con plata para ¿pocos?

TP FINAL JULIÁN BARRAL Y JUAN CRUZ CRIVELLARO

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