La migración argentina hacia España ha sido una constante durante las últimas dos décadas, marcada por dos períodos significativos: el éxodo masivo entre 2001 y 2010 y un resurgimiento más reciente en los años 2021 y 2022. Estos flujos migratorios reflejan cómo las crisis económicas en Argentina y las oportunidades en España han influido en las decisiones de miles de personas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística del Gobierno de España (INE), entre 2001 y 2010, 134.551 argentinos emigraron a España, una cifra significativa que refleja el impacto de la crisis económica de 2001 en Argentina, cuando el colapso del sistema económico empujó a miles de personas a buscar mejores oportunidades en el exterior. Sin embargo, lo más llamativo es que entre 2021 y 2022, en apenas dos años, 101.620 argentinos optaron también por la migración, alcanzando casi el mismo volumen que en toda la década previa.
Inés Estéves tiene 29 años, emigró a España en 2022 y su situación refleja el por qué muchísimos jóvenes deciden abandonar Argentina incluso en mayor medida que la década del 2000: “La inestabilidad económica del país me hizo pensar en irme, y después de algunos hechos de inseguridad tomé finalmente la decisión”, cuenta.
Un caso similar es el de Joaquín Muñoz, de 29 años, quien también se fue al país europeo en busca de un mejor pasar social y económico. Ambos coinciden en que viven mejor en España que en Argentina, y creen que la curva de migrantes va a seguir subiendo año a año. “España fue un destino atractivo porque había varias comunidades argentinas ya armadas e iba a ser más fácil integrarnos”, afirma Joaquín sobre los grupos que en su mayoría se formaron por la ola migratoria post 2001.
Las regiones españolas con más argentinos
Históricamente, las grandes ciudades como Madrid y Barcelona han sido los principales destinos de los argentinos en España. Estas regiones no solo ofrecen dinamismo económico, sino también una sólida red de apoyo gracias a la presencia de una comunidad argentina numerosa que facilita la integración inicial.
De hecho, actualmente, dichas ciudades concentran la mayor parte de los argentinos que residen en el país, consolidándose como los principales polos de migración no solo por su importancia económica, sino también por la cantidad de compatriotas que encuentran los recién llegados. En el caso de Inés, confesó sentirse “como en casa” cuando se instalaron y conocieron las grandes comunidades de argentinos en dichas ciudades.
Sin embargo, en los últimos años, se ha observado un cambio en los patrones migratorios. Durante el periodo 2021-2022, hubo una mayor dispersión de argentinos hacia provincias con menor población, como Andalucía y las Islas Canarias.
La primera, por ejemplo, ha ganado atractivo gracias a su mercado laboral en expansión, especialmente en sectores como la agricultura y el turismo, que ofrecen oportunidades concretas para jóvenes y familias que buscan estabilidad económica.
Por otro lado, las Islas Canarias han emergido como una opción popular debido a su menor costo de vida en comparación con otras regiones más urbanizadas, lo que facilita una adaptación más rápida y accesible para los migrantes.
De todos modos, Joaquín Muñoz asegura que en Málaga, la ciudad en la que reside, si bien el costo de vida no es tan bajo, conviene: “La situación económica del país permite tener una mayor capacidad de ahorro, entonces se vive bien”, afirma.
Este fenómeno muestra cómo, además de los centros tradicionales como Madrid y Barcelona, otras regiones de España han comenzado a desempeñar un papel importante en la recepción de argentinos. Esto no solo responde a razones económicas, sino también a la búsqueda de condiciones de vida más asequibles y entornos donde sea más fácil establecerse.
Así, las tendencias actuales no sólo evidencian una continuidad en la migración argentina, sino también una diversificación en las formas y destinos de esta movilidad.
La cuestión de la edad: ¿Aumentan los migrantes juveniles?
El perfil poblacional de los argentinos que emigraron a España presenta distintos matices que fueron cambiando a lo largo del tiempo. Según las estadísticas del INE, durante los dos periodos analizados, la mayoría de los migrantes argentinos eran adultos jóvenes en edad laboral.
Este grupo está formado, en general, por trabajadores de distintas áreas que van en busca de reinsertarse en los distintos mercados laborales en España. No obstante, en los años recientes ha surgido una tendencia distinta: el aumento en la migración juvenil.
Mientras que en el período 2001-2010 casi no hubo menores de 16 años que llegaron a España, en la década siguiente esto cambió significativamente: casi 10.000 niños dejaron Argentina para irse a Europa, algo más acorde a los casi 48.000 adultos de entre 25 a 44 años que emigraron en ese período.
En la década del 2000 la relación fue muy distinta: con casi 50.000 adultos de entre 25 y 44 años que se fueron de Argentina para arribar a España, los menores de 24 años apenas superaron las 10.000 personas. Los menores de 16, por su parte, tan solo alcanzaron el número de 358 migrantes.
En el período 2021-2022 el número de menores de 16 años que emigraron hacia España explotó como nunca, con más de 13.000 niños. Es decir, 38 veces más que la cantidad del período 2001-2010, pero en tan solo dos años.
También, en este período (2021-2022) se mantiene como rango de edad predominante el de 25 a 44 años con más de 52.000 argentinos migrantes a suelo español. En cuanto a los adultos mayores (más de 55 años), el número alcanza los más de 12.000, es decir, muy cerca de la mitad de los que migraron entre 2001-2010 después de la crisis pero, recordemos, en este caso únicamente en dos años.
Esto demuestra que la mayoría de los argentinos que se radican en el país europeo lo hacen buscando oportunidades a futuro y tranquilidad en el estilo de vida. Tal es el caso de Eliana Botegliero, quien se fue de Argentina a los 30 años por un proyecto junto a su pareja, en donde buscaban una estabilidad económica que les permitiera vivir mejor. “Acá, por ahora, no hay aumentos bruscos mes a mes, entonces nos es todo más fácil, mientras que en Argentina se complicaba más”, confesó Eliana.
En definitiva, la migración argentina hacia España muestra las dificultades económicas y sociales que marcaron a estos países a lo largo de estas décadas. Estas migraciones buscan mejoras en la calidad de vida y educación pero principalmente una estabilidad económica y mejores oportunidades laborales.
Por otra parte, en los últimos años surgió una tendencia nueva que refleja la migración familiar y juvenil, las cuales eligen provincias menos pobladas y con un costo de vida bajo, buscando priorizar la calidad de vida y la integración a largo plazo.