La pasión por el mate en la Argentina no encuentra explicación lógica. La fuerte recesión económica sufrida en los últimos 4 años no afectó el consumo de yerba, que por el contrario alcanzó récords históricos de exportación y de adquisición interna. Y no es precisamente un producto que se haya visto congelado en su precio, sino que durante esta década el aumento ha sido paulatino, disparándose exponencialmente durante 2018 y en este primer semestre de 2019.
El mes pasado la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca estableció un aumento del 37,5% para los productores, siendo uno de los pocos sectores beneficiados en la actual crisis.
En los últimos 10 años el consumo interno no ha tenido retrocesos. Los números oscilan entre 245 y 300 toneladas anuales, obtenidas por la población en la última década. Esto sucede a pesar de que el precio en la góndola ha sufrido una suba del 2000% desde 2007. Se estima que en promedio cada argentino consume poco más de 6 kilos de yerba al año.
Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de la Yerba Mate en el año 2017, el 98% de los hogares argentinos es consumidor de yerba. Se precisó que una persona ingiere un promedio de 100 litros de mate al año, mientras bebe alrededor de 50 litros de gaseosa, 30 de vino, 34 de cerveza y 18 de agua mineral.
El gráfico que se presenta a continuación establece el aumento de precio desde 2011 del paquete de medio kilo de yerba con palo marca Playadito, la cuál es una de las más compradas y con el costo más económico del mercado.
EL PORQUÉ DEL ALZA EN LAS EXPORTACIONES
Una de las claves de la suba de la exportaciones es la disminución del conflicto bélico en Siria. El país de medio oriente es el principal comprador de yerba mate, obteniendo más del 70% de lo designado a las ventas, siendo esto no más del 12% del total de la cosecha.
La introducción del mate en el país árabe se habría iniciado con la gran inmigración hacia Argentina que se registró entre los años 1850 y 1860. La forma de incorporar el mate en las reuniones se diferencia a la de nuestras tierras, ya que se comparte la pava con agua, pero no el mate. Además, este último se prepara en pequeños vasos de vidrios individuales
El siguiente gráfico muestra a los principales compradores que posee Argentina.
PRINCIPALES MARCAS DEL MERCADO
Misiones y Corrientes se posicionan a la vanguardia de la producción, ya que allí se encuentran los yerbatales, aunque por una cuestión demográfica Buenos Aires es la provincia con mayor consumo de yerba en el país.
Además de ser el principal consumidor mundial, Argentina también es el mayor productor y exportador de la yerba, dominando el 60% del mercado mundial con su cosecha manual. Hay más de 200 marcas en el mercado, siendo las empresas Las Marías (Taragüi) y Cooperativa Agrícola de la Colonia Liebig (Playadito) las líderes.
EL MATE COMO PRINCIPAL INFUSIÓN
Según un análisis publicado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en 2016, la ingesta de yerba mate en infusión, es inherente al poder adquisitivo de las personas. De los 6,84 kilos per cápita que se consumieron en el país, 87,3% correspondió a yerba mate, 10,4% a café y 2,3%, a té.
El consumo se da en todos los niveles de ingresos, desde el quintil N°1 hasta el N°5, siendo el N°3 en el que se observa un mayor uso. El café aparece como un competidor fuerte en el último quintil, pero no lo suficiente como para poner en duda que la verdadera pasión de los argentinos es el mate.
EL MATE COMO MEDIO DE COMUNICACIÓN
El mate, además de ser un símbolo de nuestra cultura, también sirve como medio de comunicación, como eje de una reunión, como una forma de interacción que puede ayudar al aprendizaje e intercambio cultural. Bajo esta premisa se formó en 2012 el Mate Club – Club de Conversación, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El objetivo de este espacio es poder generar un aprendizaje de idiomas a través de una mateada.
“Esta idea surgió por la afición a viajar y por aprender otra lengua. Como no teníamos la posibilidad de salir de viaje siempre, se nos ocurrió esta metodología de trabajo”, expresó Nahuel Tripodi, co-fundador de Mate Club.
La enseñanza tradicional de idiomas a través de un profesor, encuentra su contraposición con este formato. “Fui a Francia hace unos años por cuestiones de estudio. No sabía nada del idioma pero pude ir y asimilarlo al hablar con la gente. Tras esta experiencia volví con la idea de eliminar el intermediario y crear el club, con el mate como símbolo de la interacción y como muestra de nuestra cultura hacia el otro. Muchos estadounidenses que vienen al país se terminan relacionando con sus compatriotas dentro de un ámbito cerrado y de clase alta, con el club de conversación intentamos romper ese esquema”, agregó Tripodi.
Cabe destacar que la mayoría de los participantes son argentinos y estadounidenses, y que a pesar de estar dentro de una etapa de alza de consumo de la yerba mate, las actividades han tenido un decaimiento. “En los últimos meses tuvimos una baja de participantes, creo debido a la situación económica del país y la temporada de estudio”, sentenció Nahuel.